En el mundo en general, en la región latinoamericana y particularmente en nuestro país, la resiliencia empresarial es más crucial que nunca. Aquellas empresas que pueden adaptarse y evolucionar ante desafíos inesperados no solo sobreviven sino que prosperan. Pero, ¿qué hábitos practican estas empresas para mantenerse resilientes? Aquí te presentamos siete de los más destacados y que buscamos realizar como política cotidiana en nuestro holding.
1, Aprendizaje Continuo
Las empresas resilientes entienden que el aprendizaje nunca se detiene. Están en constante búsqueda de nuevos conocimientos y habilidades, y animan a sus empleados a hacer lo mismo. Ya sea a través de la formación, talleres o simplemente manteniéndose al tanto de las tendencias de la industria, el aprendizaje es una prioridad.
2. Fomento de la Innovación
La adaptabilidad es un subproducto de la innovación. Las empresas que fomentan un ambiente donde los empleados pueden presentar ideas y experimentar, sin miedo a fracasar, son las que se adaptan más rápidamente a los cambios del mercado y encuentran soluciones creativas a problemas complejos.
3. Comunicación Transparente
Las empresas resilientes se comunican abierta y honestamente con su equipo y stakeholders. Ya sea compartiendo malas noticias o buenas, estas empresas comprenden que mantener a todos informados genera confianza y facilita la toma de decisiones colaborativa.
4. Diversidad e Inclusión
Las empresas con equipos diversos e inclusivos tienen una gama más amplia de perspectivas y soluciones a su disposición. Estas empresas entienden que al abrazar la diversidad, no solo es lo correcto desde el punto de vista ético, sino que también potencia la resiliencia y la innovación.
5. Planificación para lo Inesperado
Mientras que ninguna empresa puede prever el futuro, las resilientes tienen planes de contingencia en su lugar. Se preparan para múltiples escenarios, lo que les permite reaccionar rápidamente cuando surgen desafíos inesperados.
6. Bienestar del Empleado
La resiliencia no es solo una característica de la empresa como entidad, sino también de sus empleados. Las empresas resilientes priorizan el bienestar mental, emocional y físico de su personal, comprendiendo que un equipo saludable y equilibrado es esencial para navegar por tiempos difíciles.
7. Visión a Largo Plazo
En lugar de centrarse únicamente en ganancias trimestrales o resultados a corto plazo, las empresas resilientes mantienen una visión a largo plazo. Están dispuestas a hacer inversiones y tomar decisiones que quizás no ofrezcan un retorno inmediato pero que construirán una base sólida para el futuro.
La resiliencia empresarial no es un destino sino un viaje. Además, las empresas están compuestas por personas, que son su corazón y cerebro. Por ende, las personas deben también tener un entendimiento y un entrenamiento en resiliencia. Ello pasa porque la empresa también provea de recursos y políticas que conlleven a todas las personas que son parte de la organización, sin diferencia de posición ejecutiva, a entender y estimular las características principales de las personas resilientes: Optimismo, Creer en sí mismos, Controlarse a sí mismos, tener disposición de adaptarse, de ser flexibles, estimular habilidades de resolución de problemas, tener plena consciencia emocional de estadíos, fortalezas y debilidades, buscar soporte social entre compañeros, amigos y familia entendiendo que ello no es signo de debilidad y por último, tener sentido del humor. No hay que tomarse demasiado en serio a sí mismo/ a sí misma o las frustraciones serán más numerosas que las satisfacciones. Los desafíos siempre estarán presentes, pero las empresas que practican estos siete hábitos tienen una ventaja significativa cuando se trata de enfrentarlos y superarlos. Es un compromiso continuo con el crecimiento, la adaptabilidad y la visión a largo plazo lo que define a una empresa verdaderamente resiliente.